Fantasmas
Hoy me encontré con mis viejos fantasmas,
me miraron a hurtadillas desde sus tumbas,
invitándome a marchar con ellos.
¡No quiero!, les dije, dejadme tranquilo,
ya tendré tiempo de acompañaros,
pero no en este preciso momento.
Así que los saludé, levanté la mano,
continué mi visita y, me despedí.
Algún día lo haré, seguro que os seguiré
y, en fantasma, como vosotros, me convertiré.