La cabeza me da vueltas,
siento el vacío,
el temblor de mi cuerpo,
el mareo, la fiebre,
el miedo y, el desprecio,
vértigo siento,
fantasmas por doquier veo,
me susurran al oído
y, emborronan mis recuerdos,
enloquezco y padezco,
de pavor ante el espejo,
no me reconozco y mi cara,
es una caricatura de silencios.
Adiós te diré,
hasta nunca, lo prometo,
mi despedida te daré,
a la muerte yo me entrego.