Llevo mi penitencia,
escrita en el pecho,
marcada a fuego,
yaciente en el lecho,
consumido por miedo,
esquivo y al acecho,
perdido en el destierro,
sin caminar ya derecho.
Llevo mi penitencia,
escrita en el pecho,
marcada a fuego,
yaciente en el lecho,
consumido por miedo,
esquivo y al acecho,
perdido en el destierro,
sin caminar ya derecho.