Tengo roña,
un sarpullido,
picazón severa,
que no dejo de rascar,
fuiste tú,
la que me contagiaste,
un contacto íntimo,
relación directa,
intercambio corporal.
Tengo roña,
un cosquilleo,
prurito intenso,
que no dejo de frotar,
fuiste tú,
la que me lo pegaste,
un contacto estrecho,
relación privada,
intercambio natural.
Restregar debo,
además de friccionar,
pues esta pátina no es infecciosa,
sino mierda acumulá,
del tiempo que no me lavo,
y, te quiero recordar,
que una vez me ungiste de gloria,
después me diste la patá,
así que déjame mi roña,
que no la voy a quitá.