Más quiero infectarte,
introducirme en ti,
viajar por tus adentros,
dejarme sumergir,
sembrar las esporas,
crecer y sobrevivir,
contaminarte de vida,
y, hacerte tan feliz,
navegar por tus fueros,
contagiarte y sonreír,
volverme un inóculo,
un patógeno pueril,
biológicamente correcto,
que te aqueje solo a ti.