Latígame,
con tu fusta de cuero
y, seré hombre plañidero.
Martirízame,
con el dardo certero
y, subirá mi alma al cielo.
Tortúrame,
con un llanto postrero
y, me arrastraré lastimero.
Purifícame,
con incienso de romero,
y, moriré contigo de nuevo.