Ya pasó el tiempo,
de deshojar margaritas,
no somos niños,
ni hermanas Carmelitas,
ni hacemos calceta,
ni vestimos con listas,
somos adultos
y, seres razonables,
aunque a veces deseemos,
ser víctimas perpetuables.
Ya pasó el tiempo,
de deshojar margaritas,
no somos niños,
ni hermanas Carmelitas,
ni hacemos calceta,
ni vestimos con listas,
somos adultos
y, seres razonables,
aunque a veces deseemos,
ser víctimas perpetuables.