El hombre
El hombre,
el que cree razonar su instinto animal,
el que aspira a la gloria sideral,
el soberbio y, vanidoso,
el que cultiva su propia virilidad,
el que ve girar el mundo a su voluntad,
el que mira por encima del hombro,
el que nunca se equivoca ni falla,
el que se jacta y, alardea de ser inmortal,
el que esquilma y explota,
el que se enriquece a costa de los demás,
el que vilipendia y, censura,
el que sobrevive a especies, sin razonar…
Pensarás que este no es tu retrato,
lucha por que sea así y, de paso, ama,
pues seguiremos, amigo tropezando,
mil veces, ¡joder!, en la misma piedra.