La noche se apaga en la vieja ciudad,
el viento recorre las olas del mar,
el sueño dorado no quiere morir,
tus labios cansados, me dejan sentir.
Las madres que buscan cobijo y hogar,
los niños que ríen intentando llorar,
las puertas se cierran a tu alrededor
y, arde un infierno en tu corazón.
TRISTE EL SILENCIO RECORDÓ,
AL QUE UN DÍA, RENUNCIÓ.
TODO SU AFÁN ERA OLVIDAR,
LA LEYENDA DE TU MIRAR.
Me tiendes tu mano, me pones el pie,
me pides que hable y, no entiendo porqué,
todo es extraño en la vieja ciudad,
las luces se apagan, intento olvidar.
TRISTE EL SILENCIO RECORDÓ,
AL QUE UN DÍA, RENUNCIÓ.
TODO SU AFÁN ERA OLVIDAR,
LA LEYENDA DE TU MIRAR.