810. Siempre escribí a sabiendas de que todo era mentira
810. Siempre escribí a sabiendas de que todo era mentira
810. Siempre escribí a sabiendas de que todo era mentira
809. La primavera ha venido y solo tú sabes cómo ha sido
808. Busco en la bolsa de la ropa y solo encuentro calcetines desparejados
807. Una vez me tiré al verde y me lo comí todo
805. Tú a crecer y yo a menguar
804. He dejado mi contador a cero
803. Qué le voy a hacer, si soy de metabolismo lento
802. Después de la debacle, la atención volverá a las victorias de los equipos de fútbol
801. No es mi deseo vivir sobre el alambre, pero las circunstancias obligan