Atrás dejamos los años ufanos,
de juventud repleta y, efervescencia,
comimos saciados de todos los platos,
viviendo a tope, con rabia y, excitación.
En la cima nos retamos todos crecidos,
pecando de descaro, vanidad e insolencia,
no nos importó mirarnos desnudos
y, acudimos al placer, la juerga y, la diversión.
FUIMOS JÓVENES, UNA VEZ,
REBELDES INCONFORMISTAS, ¡JÓDETE!
QUISIMOS CAMBIAR EL MUNDO, PARA BIEN,
EL MUNDO NOS CAMBIÓ A NOSOTROS, FUE TAN CRUEL…
Siempre de frente, mano con mano,
dejándonos vaciar por la impaciencia,
aspiramos a parar los relojes
y, nunca decidimos terminar la función.
Atrás dejamos periodos pasados,
de apogeo, esplendor y, fundada apariencia,
pudimos impulsar la nave juntos
y, al final de la obra, la vida corrió su telón.