Todas las mañanas al levantarme,
miro ensimismada por la ventana,
distingo esa silueta y, su contorno,
las formas rectilíneas y curvadas.
Su alzada, pero apuesta chimenea,
larga pasarela, ¡qué bello entorno!
las nubes que ya besan tu alta torre,
traerán la lluvia de un nuevo otoño.
Ahora que estoy siempre en casa,
me doy cuenta de que todo tengo,
muy afortunada de verte a diario,
de respirar el aire y, oír los trinos,
saber que mañana podré renacer,
correr por tus parques, ¡Planetario!
sentir que nuevamente veré crecer,
tus flores, los árboles, ¡Planetario!
(El paisaje que podíamos ver desde nuestra casa, durante el confinamiento. Ver Apartado de Fotografías Estáticas)