Dadme sepultura
y, escribid mi epitafio,
quiero lápida dura
y, olvidar al más zafio.
Dadme un entierro
y, publicad mi esquela,
no quiero armadura,
ni mi cuerpo en hoguera.
Dadme buen sepelio
y, acudid a mi sepulcro,
quiero razón y mesura
y, renegar de este mundo.