Ensayé para ser tonto,
delante del espejo,
elaboré mi propio esperpento,
cabriolas, gestos, mimos,
hasta convertirme en memo,
y, eso es lo que soy,
una representación de la estupidez,
un lelo con cara de alelado,
un bobo con flema, pero bobo,
así quiero actuar,
en este teatro que es la propia vida,
dejarles boquiabiertos,
a todos los listos que me siguen,
a aquellos que aplauden mis actuaciones,
de los papeles que represento,
por eso elegí ser necio,
para que todos me crean y le den al “me gusta”.