02/04/2019

Atrás dejamos los años ufanos,
de juventud repleta y efervescencia,
comimos saciados de todos los platos,
viviendo a tope, con rabia y excitación.

En la cima nos retamos todos crecidos,
pecando de descaro, vanidad e insolencia,
no nos importó mirarnos desnudos
y, acudimos al placer, la juerga y la diversión.

Fuimos aquellos jóvenes, una vez,
rebeldes inconformistas, ¡jódete!
quisimos cambiar el mundo, para bien,
el mundo nos cambió a nosotros, fue tan cruel…

Siempre de frente, mano con mano,
dejándonos vaciar por la impaciencia,
aspiramos a parar los relojes
y, nunca decidimos terminar la función.

Atrás dejamos periodos pasados,
de apogeo, esplendor y fundada apariencia,
pudimos impulsar la nave juntos
y, al final de la obra, la vida corrió su telón.

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