Estás anquilosado,
más rígido que un palo,
caminas tieso y envarado,
erguido cual gallo enervado.
Estás entumecido,
cansado, solo y hastiado,
sin señal de haber vivido
y, muerto sin ser enterrado.
Estás anquilosado,
más rígido que un palo,
caminas tieso y envarado,
erguido cual gallo enervado.
Estás entumecido,
cansado, solo y hastiado,
sin señal de haber vivido
y, muerto sin ser enterrado.