Qué bueno
Qué sorpresa me diste,
no lo esperaba, lo juro,
estupefacto me dejaste,
cuando vi lo que hiciste.
Qué alegría, qué gozo,
sin palabras, fui mudo,
no acerté a agradecerte,
el amor que me ofreciste.
Qué razón que tuviste,
y, yo terco y, obstinado,
el orgullo me heriste,
reviví y, cogí tu mano.