Cuando en la balanza
de las relaciones humanas,
los defectos superan a las virtudes,
se abren dos caminos…
O bien reafirmas las segundas,
o bien te dejas caer,
por la pendiente resbaladiza,
hacia el abismo y, la pérdida.
Cuando en la balanza
de las relaciones humanas,
los defectos superan a las virtudes,
se abren dos caminos…
O bien reafirmas las segundas,
o bien te dejas caer,
por la pendiente resbaladiza,
hacia el abismo y, la pérdida.