Yo no voy a tener epitafio,
no porque no vaya a morirme,
que claro que lo haré,
sino porque no deseo ser enterrado,
ni bajo lápida, ni en nicho,
así será, pues lo dejo dicho,
no por capricho,
ni porque me coman los bichos,
deseo ser incinerado,
arder cual fuego fatuo,
brillar clandestinamente,
palidecer hasta consumirme.
Yo no voy a tener epitafio,
que nos den por saco a los muertos.