Tengo frío cuando tú no estás
Cuando tú nos estás, tengo frío,
siento el vacío entre las mantas,
me estiro y, ni rastro de tu piel,
la cama está huérfana sin ti.
Cuando tú no estás, tengo frío,
un espacio desolado y, hueco,
intento rememorar tu calidez,
siento el recuerdo congelado.
Cuanto tú no estás, tengo frío,
carámbanos clavados yo noto,
la nevada que habita dentro,
resignado ante total ausencia.
Cuando tú no estás, tengo frío,
exhalo un vaho gélido y, glacial,
como una sombra refrigerada,
un estado de perpetua frialdad.
Cuando tú no estás, tengo frío
presiento que nunca más, podré calentarme.