18/04/2020

Tic-tac

Tic-tac,
habla el reloj,
pasajero irrefutable,
que marca los momentos,
instantes sempiternos,
de tantos días encerrado,
al compás de manecillas,
y, del ritmo de jornadas,
que trascurren puntuales,
a la cita establecida,
para dictar el término,
de un periodo decadente,
dramático y, terrible,
en el que me hallo inmerso,
confiando en su cercano fin,
el cese del pérfido compás,
la vuelta a otra continuidad,
y, el resurgir de los ciertos días.

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