Burro, más que burro,
obcecado y obstinado,
me empeciné en seguirte,
maldita la hora,
y malditas las zanahorias,
que te di.
Burro, más que burro,
obcecado y obstinado,
me empeciné en seguirte,
maldita la hora,
y malditas las zanahorias,
que te di.