Fuiste arrasando con todo,
sin dejar señales,
minabas la tierra,
enterrando eses miedo,
aterrador,
la incertidumbre del después,
¡no pasarán!, me dije,
pero fui incapaz,
de encabezar la revolución,
maldije mi fracaso,
y caí rendido,
después de haber estallado en mil pedazos.