Gracias por las vidas
que engendrasteis;
gracias por la vida
que nos disteis;
gracias por el amor
que nos inculcasteis;
gracias por el dolor
que nos aliviasteis;
gracias por querernos,
gracias por tenernos,
gracias por lo que somos.
Gracias a vosotros,
que sois nuestros padres,
por estos cincuenta años.
Y, por toda la eternidad,
¡gracias! …
(A mis padres, Paco y Rosi, en sus bodas de oro)