Un día me enamoré de ti,
me costó, ya lo sabes,
tuve que lidiar con dilemas,
con disyuntivas insustanciales,
ciertas dudas impuestas,
pero terminé escuchando a mi corazón
y la razón no tuvo más que rendirse,
asumir que debía dar paso al amor,
y, ahora, transcurridos los años,
después de todo lo vivido,
de sinsabores y muchas alegrías,
tiene que llegar San Valentín,
para recordarme que, de ti, sigo enamorado
queriéndote como el primer día,
aún a pesar de mi impaciencia,
impulsividad e interés.
Espero que tú y el Santo Valentín,
me perdonéis
y al menos me sigas queriendo,
como ese primer día.
(dedicada a Diana, en la víspera de San Valentín)