R.I.P.
Me tomé la dosis prescrita,
pero no leí demasiado bien,
amanecí con corbata y, levita,
sin decir casi ni amén,
metido en cajita de buen pino,
dormidito, cetrino y, fetén,
¡adiós!, me fui, ya soy divino,
epitafios quise leer,
no pude burlar al destino,
ahora espero que tú vengas también.