Desbarataste mis planes cariño,
puse todo mi empeño,
lo tiraste por la borda,
en saco roto quedó,
con lo mucho que me lo hube currado,
tanto te adoraba,
que no supe verlo venir,
ahora aquí me encuentro,
desvalido como un niño pequeño,
boquiabierto y asombrado,
asumiendo mi caída,
intentaré recomponerme,
pegar todos mis pedacitos,
taponar esta ingrata hemorragia,
soldar mis frágiles fisuras,
y volver,
volver a ser el gilipollas que soy.